miércoles, 3 de diciembre de 2008

Tanto te presiento en mi


Sentirte entre muy tarde y muy temprano

Tu cuerpo y mirada iridiscente entre mis ojos

Vidriosos, trasparentes y no opacos

Sucumbiendo mis alas alzando por ti altos vuelos.

La luz de la luna traspasa el sentir de sus celos

Haciendo estragos gélidos por ti constante disueltos

Tanto presiento en mi el sabroso sentir eterno

La llama tan constante que arde como perfumado incienso.

Mis manos tatuan el esplendor de los surcos

Que trazan dominadas ganas de deseo

Contigo en mi, no presiento el paso del incombustible tiempo

Con su traidor secundero no podrá contra lo pleno eterno.

Ahora me refugias entre lloros de intensa lluvia

El verde de la abundancia brilla a mi alrededor

Con el latir constante que revive mi umbilical interior

Cuanto me encanta inundarme de tu amanecer sol.

Tu marea de fuego presiento en mi su calor

Dirigiendo mis manos alzadas a tu dirección

Ahí estás tan presente como cada dia y cada noche

El brillo iridiscente tatuando la eclipse de mi ardor.

El viento golpea tan fuerte mi torso desnudo

Transformandose en eternos y placeres susurros

Acaba mi alma cayendo desde el cielo mis huesos

Tan marfiles y succionantes siento tus besos.

Nos bebemos mutuamente incansables nuestro sabor interior

Tan roja y ardiente de un autentico paladar amor

Autenticidad, complicidad, el todo unico

Alimento umbilical que adquiere la envidia del tiempo.

Estas durmiendo y te observo a traves de mis ojos

Envoltura de mi mirada entre la oscuridad

Aspiré el perfume de tu aliento

Como un vino enriquecido embriagándome el levitar.