jueves, 20 de mayo de 2010

XXXVII Aniversario de tu primer aliento- ¡Felicidades Mysoul!


Rememorando tiempos primordiales del inicio de tu aliento,

se oían el resonar de un latir penetrante que invadía el silencio,

impregnabas tus lágrimas de viveza como vaho reconquistando las paredes,

que eran testigos de tu llegada al mundo dónde ya te esperé.


En el adviento de tu nacer, la luz ser tornaba azabache y ceniza,

a posteriori de expulsar tu primera bocanada de tu aliento,

esplendorosas alzaban mis alas provocando ilusiones de altos vuelos,

y entre mis silencios de mi prematuro infantil camino,

sentí partícipe de tu primer aliento.


Silencios bajo ecos de tu latir tan constante,

me recorría tu palpitar entre mis enrevesadas venas

suspendiendo en lo más alto del cielo mi corazón, por ti, sangrante,

ví como renacían las hojas muertas , como astro Sol se teñía de amarillo,

como el viento susurraba tu nombre en mi camino,

mientras los primigenios del tiempo surcaban tu huella en mi destino.


Sinfonías de Serafines con melodias de delirios

en mi profundere ser resonaban tan celestiales como bellos trinos,

sentí tu sombra como parte de mi silueta unificando nuestros sentidos,

percibiendo dentro de mi ser, el sublime milagro descubrimiento de tu existencia.


Recuerdo como me llamaste, aclamado por tus lloros y sollozos delirantes,

deseosa de mi esencia para saciarte de sed, de esencia, de hambre,

a pesar del cobijar materno que te dormía entre sueños indescifrables.


Entre aquellos sueños te bañabas con mi voz de dulce calma

tan recíproco como las marismas que desde tu existencia me bañas,

me percibías como un ángel protector que, entre mis alas y tus sueños de cuna, te velaba;

y tus frágiles manos entre mis dedos,

tus ojos entrecerrados bajo tu creciente pelo carbonizado,

tatuamos el vinculo de nuestro sentir umbilicado.


¡Cómo no!, el primigenio del tiempo marcó nuestros paralelos caminos,

cuantos rezos nocturnos exprimió a mi voz tatuada,

para jamás perder la confirmación,

entre mis percepciones, de tu existencia ensoñada.


Así fue hasta que nos invocamos en nuestro cruzado caminar,

un futuro suspiro de segundos II años harán,

la confirmación de tu ser que desde hace XXXVII años, mi corazón ansiado te esperaba amar.


Felicidades por tu XXXVII aniversario de tu primer aliento,

inmersos en la inmortalidad de nuestro sentir deseado,

dictas mi corazón por ti embriagado,

pides un deseo ante la vela de los sueños prolongados:

compartir el infinito de nostros umbilicales e íntimos sentimientos hiedrados…

Por los siglos de los siglos.

¡¡ Te amo infinitamente Mysoul !!

miércoles, 19 de mayo de 2010

¡Contigo quiero estar ya!


Siento fuertemente tu presencia, tan atrayente de dulce esencia,

ando deseoso que vaya transcurriendo los segundos

para inundarme de ti en todos los sentidos tan únicos y profundos,

cuanta fuerza tan abrumadora me inunda de ganas de estar junto a ti,

hasta el espejo marca los surcos de la claridad de mi vivir.

Todas las noches mortuorias te ensueño con el latir

de tu pecho entre telas negras,

divisando ante mis iriscentes ojos el palpitar del sublime deseo por tus venas,

transluces mi centellez de cobijarte hondamente entre nuestros umbilicales y sangrantes besos,

de bañarnos entre rías y marismas el vaho impregnado del ardiente encuentro,

elevarnos hacia nuestro tan expandido como infinito cielo

dejándome llevar para que succiones mi, tan tuyo, cuello.

¡Oh, mi vida!, mi ilusión de cada despertar del día

y del sueño mortuorio de la noche,

cuanto privilegio es respirar constantemente de tu aliento

que cada vez, inmerso en mis propios pensamientos,

me levito tan elevado, lentamente mas fuerte

el deseo de cobijarme cada segundo entre toda tú presente.

Y ansío que cada alba pase ardiendo del calor de mis sentidos

tan llenos de gozo y se alteran escapándose de mi control,

no ceso de ti pensar, siempre estas presente en cualquier lugar,

en mis sueños, en mi aliento primordial

contigo quiero estar ya,

que se rindan mis silencios para oírte susurrar.

A la providencia pido que transcurra el tiempo a velocidad terminal

quiero ver al amo del reloj de arena disiparse sin cesar,

como me puede la sensación inmortal del verdadero amar

y mañana por fin, en cuerpo presente te podré divisar.

Ay, mi sentido de la vista, con mis iriscentes ojos

al unísono de mi paladar, saboreará tu dulce sonrisa,

mis largos dedos se enredarán como una hiedra por tu pelo

tan carbonizado como la noche oscura que absorbe a la luna y su lucero.

Ay, como presiento que mis sentimientos tan inmensos

resucitarán de los estados mortuorios tan llenos de deseo,

tan llenos de tatuarte entre mis alas, mis brazos, mi cuerpo...

sentirte tan hiedrada y unificada en mi pecho.

Sublimes momentos que tan profundamente ansío,

recorrerán lagrimales como gotas de un dulce y salado rocío,

divisaré nuestras sombras como prolongación de sublimes sentidos

al bañarse de destellos deslumbrantes nuestros cuerpos poseídos.

Entre mi silencio haciendo burbuja ante el ronroneo de la marabunta,

te divisaré mi vida, tan sublime y centellante invocación

rebosando bajo lo estigmas de absoluto sabor,

el sentimiento inmenso de éste aliento que por ti vivo eterno.

He pactado con el Primigenio del Tiempo

para que no juegue con nuestros preciados momentos,

se traducirán en pasionales segundos de sabor eterno…

inundémonos de la ardiente pasión que levitan nuestro sentir extremo.

Tan fuerte siento tu presencia, tan atrayente de dulce esencia,

quiero trasladarme ya bajo el karma levitado de la locura realidad,

verte como ven mis ojos a ti de tan centellante belleza

y como si entre mis sueños mas profundos fueran,

que tus manos me revelen despertándome de esta inquisitorial espera.

¡Oh, por los rincones más elevados del cielo,

por los calores mas insoportables de puro infierno!,

inúndame de ti, con tus labios clavándome tus marfiles

y sáciate hasta vaciarme cada gota levitando mi entero cuerpo.

Notas recíprocamente que está inquieta la llama que nunca extingue,

es el deseo de toda tú, del todo mío

sobre la atmósfera del momento donde, sin decir palabras,

hiedradas se elevarán fundiéndose nuestras efímeras almas.

Si es que me puede la sensación inmortal del verdadero amar

y mañana por fin, en cuerpo presente te podré divisar,

el deseo tan sublime y de centellante invocación

grito sometido a los estigmas de absoluto sabor:

¡Contigo quiero estar ya!

¡Contigo quiero estar ya!

miércoles, 5 de mayo de 2010

Marisma Solemnidad (Acto II)



Y al paso del detenido tiempo entre los olores del incienso de mi integridad,

mi alma impregnada me abrazaba sintiendo el- mi propio calor

tan mezclado con el frío de la divina escarcha que recorre mis sentidos,

con las inmensas ganas de dejarme llevar entre tus cobijos.

Acercó su cara provocando que mis ojos abrieran desde lo entrecerrado,

reconquistándome como una hiedra creciente por mis surcos estancados,

sentí la palpitante presencia de sus centellantes manos

posarse como estaca ardiente en mi corazón ido de amor por ti ensimismado,

dejándome llevar corporalmente con la sensación de fragilidad entre tus manos.

Sus palabras interactuaban al unísono de los acelerados latidos de mi corazón

que se bañaban en elevada y sublime levitación fluyendo sangre de absoluto sabor;

derramo estigmas de pasión, de deseo sin freno bajo latidos constantes,

en todo mi alrededor cayendo gotas de esencia de pasión;

en el amor no existe un lenguaje más que la inmortal e umbilical transmisión.

Ahí sumido y sometido ante su mirada de frente me reflejé

con movimiento de vaivén al unísono de mi intenso latir que me embriaga

divisé la intensidad de la llama que nunca se extingue , que nunca se apaga,

que siempre permanece y como Nostra Unidad existe.

Mi alma con su luz me bañaba entre delirios y rumores de bruma marisma

cada gota contenía una fragancia de sentimientos que a mi corazón encallaba

invadiéndome de tu pura esencia latente en ramales de venas renovadas

y estremeciendo mi levitado ser, invadido por el eco callado, susurraba:

– “Te hallas en el umbral de la felicidad ensoñada,

al unísono y tan umbilical reconquistas en cada aliento sin cesar

el espacio del cielo, tan vuestro, tan único, tan umbilical,

bajo el sentir de la esencia inmortal para ser y estar”.

“Es tan único el caminar hacia un sentido con tal virgen experiencia,

unidos en dos corazones y un único latir: la Unidad de la viva existencia”.

“son sublimes las ilimitaciones que me inundan de marisma solemnidad

donde ésta alma, tan tuya como suya, tan constante se sumerge hacia lo más hondo de vuestros sentimientos más profundos de incalculable fin”.

“El instante más supremo es sentirme poseída de su sentir puro,

reconquistarme bajo lo recíproco de un latir constante,

rescatarme de mi sueño mortuorio, despertarme de mi letargo invierno

cuando invocó su existencia marisma de mis profundos sueños”.

“Fue como un estigma de sentir puro, una punzada al mismísimo corazón

que entrelazado con los sentimientos tatuaron en mi…

la autenticidad absoluta tan rezada como ensoñada:

la llenanza de sentir la vida deseada para ser y estar”.

-“Y así te lo susurro frente a tus iriscentes ojos,

así te lo confirmo enredado entre tus ramales venas palpitantes,

así me demuestro con la viveza constante en tu catedral,

respiro su atmósfera con cirios que resplandece tu centellez vida inmortal,

así te confirmo como me calma la sed de amarla cada vez más,

bajo tu mirada expectante, te baño cada surco tuyo, tan suyo,

de marisma solemne que en cada segundo me reflejo con su amar”.

Entonces entrecierro mis ojos y me dejo llevar

alzo mis alas y la dejo en mí profundere ser penetrar

abro mis costillas, se estira mi espina dorsal y la invito a entrar

invadiendo cada latido confirmando sus susurrantes palabras

como en mi, toma forma enrevesada entre mis venas renovadas

reconquistando mis sentimientos impregnados de esencia fragancia

y al unísono del único latir, la oigo gritar como susurrante eco en mi catedral:

Siento luego existes

martes, 4 de mayo de 2010

Marisma Solemnidad (Acto I)



Entre cuatro paredes y un ventanal semioscuro

Disperso, sentado ando tan dentro de mi sumergido,

y fuera se expande el oscuro manto

con sonidos de eco con el viento susurrando.

Mis alas me cobijan donde su calor me van resguardando

mi piel se torna de un color dulce y amargoso rosado

recíprocamente mis venas también van cambiando

bajo el latir donde tu corazón umbilicalmente fluye bombeando.

Noto como el primigenio del tiempo lucha con nostro cielo

me voy desangrando con estigmas de levitación y ensoñando,

inquisitorial espera, tan bendita, es la tatuada razón donde me alzo

sin temor a sus sólidas tinieblas cuando llegue el momento de divisarte invocado.

Entrecierro mis ojos, me dejo llevar el alma en cada latido

mi lengua segrega savia ensoñandote,

deseo sublime de morirme en cada surco tuyo, tan mío succionándote.

Se traspasa el aire teñido de mis expiraciones y susurrantes suspiros

devorando todo el vacío alrededor que encuentra en su camino

hacia donde tu estás y tu paladar saborea ensoñando nostro sabor enlazado;

Los elementos de la plenitud abarcan el infinito sentir

se emergen mis sentimientos hiedrados a la sinrazón por ti

bendita locura que me hace sentir el sublime latir,

tatuando mis adentros el inmortal vivir.

Repentino fue el momento, se abrió la boca de mi catedral

entre silencio de palabras me llené de perplejidad,

bajo los disipados olores de incienso de mi integridad

mis ojos visionaron a mi alma renovada impregnada de marisma solemnidad.

Ay, marisma impregnada como la atmósfera de llenanza de mi catedral interior donde absolutamente sólo Tú puedes ser, estar y habitar en cada rincón.

Oh sí, donde absolutamente sólo Toda Tú, estás...

Impregnando de esencial fragancia mi catedral

Se refleja mi alma invocada de marisma solemnidad.

viernes, 23 de abril de 2010

Crepúsculo del momento



Cada instante te ensueño como mis brazos desean rodearte

como si fueran ramales deseosos de quemarse

con tu fuego incandescente de llama encendida constante.

Como presiento el calor sublime que en mi ser se expande

tanta llenanza entre mis sentimientos deliriosos y gratificantes

deseoso de sueño mortuorios para divisar todos tus surcos al ensoñarte.

Y despertarme bajo el flujo del alba con el astro sol susurrándome:

Queda poco, el tiempo transcurre su curso y llegará el momento de hiedrarte,

inúndate de su lucero centellante y mírate hacia dentro su latir constante.

Atrás quedaron los días donde llorar las nubes escuchaba

empapaban mi catedral con las lágrimas tan símiles al deseo de ti que me empujaban,

y todo mi ser, entre aceras y cristales, las gotas, como bendita agua, me abrasaban,

recorriendo cada surco de mi cuerpo, tatuando el sentir de, ya, hiedrarme a tu alma.

Sentí la fuerza inconmensurable del ardor deseo por ti

sublime es tu alma, abarcando el todo de mí,

como éste calor va abrasando al segundero

transformando el paso de sus segundos en secas ramas.

Inquisitorial es desear nostra mutua invocación a través del transcurrir del tiempo

haciéndome desangrar como un caminar descalzo en la senda del segundero paso,

levito de ganas de descender de mi cielo para cobijarte inmenso entre mis alas,

acariciarte con mis manos cada surco tuyo de mármol blanco

hiedrar mis huesudas manos entre tu carbornizado pelo y enredarlo

de sensaciones elevadas que me hacen sentirme tan inmortal como inmaculado.

No deseo que surga el despertar del sueño mortuorio para seguir ensoñandote

sólo abrirlos en el crepúsculo del momento con mis iriscentes ojos divisarte,

en el crepúsculo del momento para que mis alas te alcen hacia nuestro levitar constante,

en el crepúsculo del momento donde nostro umbilical latir es unísono al coro melódico de los Arcángeles,

en el crepúsculo del momento que arrodillará en la pausa congelada al Primigenio del tiempo y sus pasos elementales.

En el crepúsculo del momento donde caerán rendidos nuestros cuerpos

entre el vaho impregnado del deseo que mece entre nuestro sentir eterno,

bañándonos de besos sofocantes, músculos tensos de latidos constantes,

sabor absoluto impregnado en nuestros paladares,

transformando el anhelo de nuestros jadeos entre nuestras respiraciones expirantes,

como aire de exaltación al unísono de nuestras palpitaciones umbilicales

e inciensas fragancias de único sentir en nostros momentos primordiales.

¡Oh si será el crepúsculo del momento disipará la niebla de la deseada espera,

mostrando nuestra esencia entre la fragancia de nostra realidad verdadera!.

El crepúsculo del momento, de nuestro momento,

es el umbilical deseo de intensidad adviento

que susurra en la atmósfera de nuestro cielo...

el eco de nostro puro y absoluto sentimiento.

martes, 20 de abril de 2010

Queriendo El Todo Eterno



Con los ojos centellantes y entreabiertos por la luz incesante

como en todos tus amaneceres bajo mi despertar queriendo.

Queriendo que mis palabras salgan de mi garganta

que traduzcan las voces que grita mi corazón.

Al unísono de cada latido marca las pautas de la sinrazón

siento elevarme el alma con sublime levitación.

La marabunta reza entre sus oscuros presagios una tierra donde vivir,

yo queriendo, rezo, la sublime e única forma de sentir vivir.

Queriendo es la realidad que tatúan mis huellas entre mi camino

donde me dirijo hacia tus brazos que dan forma al respirar de mi delirio.

Queriendo plasmar en realidad constante como te cobijo en mis sueños

tan mortuorios de sentimientos constantes hacen de mi tu ser eterno.

Queriendo alzo mis alas con la máxima extensión de mis tendones

deseoso de cobijarte y reconquistarte en todos tus deliciosos rincones.

El Primigenio del Tiempo conoce que llegará el fin de sus sonetos

y su melodía embriagará alimentando al recuerdo de sus bocetos.

Queriendo como mi profundere alma te enloquece a ti

bajo la intensidad que en cada segundo se rebosa lleno de sentir.

Como sangro de llenanza absoluta debido al estigma de la locura

tan bendita y ensoñada, como real y glorificada.

Queriendo el compartir de mis segundos a pasos lentos,

succionarte tus licores y saborearte tan constante desenfreno.

Hace ya un tiempo que enterraste mi mísera soledad mundana

al divisarte palpitó mi corazón, y se despertó del inframundo de noches largas.

Contigo en mi, se confirmó la realidad de mis rezos ensoñados,

olvidando que mis peticiones oratorias siempre eran resultados amargos.

Queriendo eres mi Arcángel Apóstol de mis sentimientos renovados

que giras siendo mi astro más resguardado de mi corazón amado.

¡Oh! que dulce atmósfera respiran mis pulmones de todo tu aliento,

eres la luz constante de los cirios de mis profundos adentros

con tu fragancia impregnada en toda la catedral de mi cuerpo.

Queriendo para siempre hiedrarte mi corazón en tus manos

inundándote de mi sangre bombeada en cada rincón tan tuyo

bañando a tu alma y se sumerge en mi ardiente fidelidad.

Queriendo al unísono beber de tu cáliz intimo y emotivo,

el licor de tus adentros de sentirme tan elevado, tan vivo.

¡Oh!, sublime es el sabor constante que impregna mi paladar

tan único como el bautismo que nació estremeciendo mi ser,

resurgiendo el auténtico sentir al divisarte tan cerca de mi.

Queriendo cada instante con ganas de susurrarte,

enlazando palabras abrazadas a nostras voces diurnas y nocturnas,

en el instante donde, cada vez más cerca, siento ensoñarte

divisando nuestros momentos de realidades y cálidos sueños

descubriéndonos nuestros encantamientos con la fuerza de lo eterno.

Deseo queriendo, amo queriendo, siento queriendo,

descubro queriendo, rezo queriendo, sumerjo queriendo,

revivo inmortalmente queriendo, tan constante queriendo, amando queriendo

Queriendo, a ti, EL TODO ETERNO.