Las estaciones no tienden a razones
Viendo el palpitar del latir unico de umbilicales corazones
Paseando la esencia en mi umbral
Dejando inerte el tiempo y la tempestad.
Latir que marca a la alocada marabunta
Como mero espectadores tan solitarios mendigos
Siguen de soledad en disfraz vestidos
Ante lo absoluto son los roces del anmibar.
La noche no oculta el reflejo del cristal
Los ventanales cierran por sincero rencor
Sometidos sienten por las espumas de tu mar
Donde mi profunda alma levita al nadar.
Juntos, tu y yo, el tiempo se para
Aunque los secunderos traicioneros transcurran
Estamos umbilicalmente sentidos en la autenticidad
Ente confirmado, el todo que ensoñé encontrar.
Con tu nombre mi imperturbable mundo
Es aroma de jardin de elixir profundo
Nuestros pasos los valora la arena del mar
Ni lo borra el evadido viento con su gritar.
Trasparencias mutuas como un espejo al mirar
Tanto camino embarrado de ida y vuelta
El primigenio destino nos quiso recompensar
Un encuentro entre caminos en lo real.
Somos almas ricas por el absoluto amar
El triunfo en mi, primordialmente teniendote
Fundiendo hiedrados sentimientos y entes
Infinitos caminos levitados con un unico caminar.