Ahora amanecen días bajo un manto blanco
y el primigenio del tiempo lo tatúa cada paso con trazos negros
así siento, tras mis mortuorios sueños eternos,
el deseo imperturbable de marcar mis pasos al origen de mi aliento.
Oigo las lejanas campanas de nuevo, el resonar inconfundible de lo eterno,
van al unísono de mi latir, como umbilical deseoso momento.
Y me sumerjo entre mis propios silencios
que para la marabunta lo entiende como un eco sublime y callado
pero no estoy mudo, solo tatúo con aspas bajo la avidez de mis deseos,
el transcurso de cada día en el pergamino del Primigenio
en que llegue el inmortal momento de divisarte de nuevo
tan real como en mis profundos ensueños.
Rezo bajo la constancia de mi latir bombeando mi cuerpo
sintiendo la atracción cada vez más fuerte
de enlazarme entre tus sangrantes labios levitando mis sentimientos.
Ansío sumergirme tan hiedrado entre tus brazos infinitos
sentir tu llanto como melodía de expresión sentida
tatuarte entre mis manos la marca de mi pasión, por ti, bendecida,
divisar tus marfiles sonrisas entre susurros y risas,
beberte entera entre calores y vahos con el único sabor absoluto,
que nuestros pasionales deseos se funden bajo el dos en uno.
Ahora amanecen días bajo un manto blanco
y el primigenio del tiempo lo tatúa cada paso con trazos negros
recordándome como se diluyen los segundos etéreos
para alzar mis alas y volar inmensamente al origen de mi aliento.
Se quejarán los vientos porque no podrán acariciar tus cabonizados cabellos,
huirán las marismeñas olas por no recorrerte cada surco de tu, tan mío, cuerpo,
se eclipsará
y el fuego será fauto enredado por la calidez de nuestros sentidos labios.
Que intenso te siento en mi alma..Tan símil a como me sientes a mí,
dulce y colosal locura hacen estremecer a nuestras almas,
a medida de que el pergamino del primigenio
va enterrando sus días llenos de tatuadas aspas…
Y que sigan amaneciendo.. que sigan bajo un manto blanco,
se aproxima el crepúsculo de saborear nostro puro aliento.