lunes, 1 de marzo de 2010

Confieso más de 547 días


Confieso que antes de invocarte no he vivido

Confieso.

Más de 547 días llevo tan sublime como inmortalmente vivo.

Confieso.

Que mi alma lanza suspiros profundos en su pecho.

Confieso.

Tuya es la sublime fragancia que impregna mi ser eterno.

Confieso.

La centellez que baña de inmensa luz mis auténticos sentimientos.

Confieso.

Como aguarda mi corazón tu nombre como un astro que abarca firmamento.

Confieso.

En mis pensamientos rondan tus pasos que me hiedran el inmortal aliento.

Confieso.

Que mis alas se entregan a tu manso viento.

Confieso.

El deseo de mi tacto de recorrer incansable la nuca de tus cabonizados cabellos.

Confieso.

Como mi cuerpo danza en bailes intensos abrumado del calor del deseo.

Confieso.

Mis reconquistas al alba con tu nombre susurrando y mi ser levitando.

Confieso.

Que tu ser tan sublime encendieron las lumbres de mi sentir ensoñado.

Confieso.

Que te diviso en lo alto de mi cripta como reina en mi reino de amor embriagado.

Confieso.

Que diste la vida a éste Angel como un Lázaro resucitado.

Confieso.

El tronar de los Arcángeles bajo la melodia de un latir constante.

Confieso.

Que te ensueño en cada instante de mis sueños mortuorios incesante.

Confieso.

El deseo de cada día, que el tiempo rápido pase para elevarme al abrazarte.

Confieso.

Que contigo descubrí al esencia del séptimo cielo del pleno inmortal vivir.

Confieso.

Que nuestros corazones al unísono laten la melodía del himno eterno sentir.

Confieso.

Que en las alturas resuenan los latidos ensoñando la dicha de mi alma amando.

Confieso.

Entre mis silencios te invoqué como realidad ensoñada de mi inmenso mundo.

Confieso.

Que sin ti no vivo, que sin ti muero, que eres el deseo de mis abrazos y sueños.

Confieso.

Que eres única creación entre estrellas millares y profundos e interminables mares.

Confieso.

Que proteges mi alma sumergiéndola en la calma que tu marisma emana.

Confieso.

El privilegio de sentirme elegido por tu corazón tan en mi cada día mas sentido.

Confieso.

Que luzco tu nombre tatuado en mi esencia tan vivo en cada latido.

Confieso.

Que desciendo en cada oscura noche para velar nostros sueños compartidos.

Confieso.

Eres mi umbilical lazo que mi ser alimenta entre dulces arterias e hiedrados vasos.

Confieso.

Que eres mi diva en mis profundos sueños sintiéndote despierto.

Confieso.

El valor incalculable de tu corazón tan puro, intenso y en mí eterno.

Confieso.

Que consagraste a esta alma con estigmas de absoluto sabor intenso.

Confieso.

Entre mis adentros, entre mis silencios..tus susurros son cálidos besos.

Confieso.

Contigo en mi que feliz me siento y tan umbilical como eterno.

Más de 547 días confieso,

ante tu ventanal velando y susurrándote confieso,

ante tu invocado ser…confieso,

contigo en mí...que feliz me siento.