lunes, 1 de marzo de 2010

El Viaje Que Siempre Deseé


Siento mi sangre como corriente interior de tu misma piel

Voltean mis alas jugando entre tus susurrosos vientos

Que ondean en mis realidades ensueños tus carbonizados cabellos.

Siento tan profundamente como mi alma estaba predestinada

Para tener la llave de tu corazón y liberarte de tu vida estancada.

Y fueron mis sentimientos aquel entonces a tu imagen evocaban

El constante latir de tu presencial perfil, como sublimes invocaban

Al unísono de tantas sensaciones y ganas de vivir que resucitaban.

Siempre supe convencidamente que existías, que eras y eres

Mi umbilical alma que me conducirás al lugar donde jamás caminé.

El equilibrio de mi despertar enseguida fue tuyo

Palabras sentidas, tatuadas naciendo brillo en lo oscuro

Confirmando el destino del umbilical sentir tan puro.

Luego tu voz, me acariciaba como frágiles estigmas encarnados

Cada sílaba, cada oración de tu susurrante voz

A mi alma cobijabas entre la atmósfera de una tea renovada

Cuyo calor, tan umbilical, nos sentimos más cerca de la gloria deseada.

Oh, sentí cada vez más inmenso nostro cielo en mis manos,

Perdiéndose mi alma entre tu interior mundo tan ensoñado.

Oíamos el canto de las sirenas estacionales

Bajo la esencia del gozo sublime del sentirnos tan umbilicales

Y cuando nos divisamos por fin, fue el clamor de las tormentas angelicales.

Nos divisamos ante la tensa espera

Nos atrapamos entre nuestras miradas que fueron presas

De la red en la estación dónde fue el principio de la realidad intensa.

Dónde el aliento se hizo semejanza a la esencia eterna allí

Y nuestros corazones se transformaron en un único latir.

Desde entonces nuestra esencia pura de autenticidad

abrieron las venas inundándose de aire, cielo, mar y tierra

Tan hiedrados como impregnados de aliento tan auténtico

El cobijar tan umbilical del viaje que siempre deseé eternamente caminar

Y sin ti, en toda tu dimensionalidad, no lo podría iniciar.