martes, 22 de diciembre de 2009

¡Mysoul, feliz navidad!


Existe una estrella que guía bajo el gris tenebroso cielo

tatuándome cada surco de mis alas el encanto de la frialdad sensación

bajo el color blanco perdura entre las huellas de mis pisadas

que me guían imperturbables hacia donde diriges tu mirada.

Y mi alma bebe no precisamente sangre que la estación heló

sino de tu savia incandescente que revive cada instante mi ardor.

Y recuerda que cuando un escalofrío recorre todo tu cuerpo

reconquistando cada surco de tu inmortal ser hasta escarchando tu piel,

ensueña despierta, pues bien sabes que yo soy

como un ángel caído quien te cobija con sus alas donde estés.

Y mira en lo alto, como un árbol navideño, la luz de mi cripta,

la centellez de mi más iluminada alma por ti sentida

y como cada escalón sientes llegar a la plenitud concebida

resurgiendo de tu manal, empapado de calma, mi profundere ser levita.

365 días de los segunderos antiguos delatarán la herencia viva

de nuestro absoluto sentir y tan umbilical como primordialmente único.

Que heredarán bajo nuestra inmortalidad los nuevos primigenios del X

y bajo nuestro reinado dominio de la sinrazón, marcarán al unísono

del latir constante bañado de umbilical aliento,

el pilar firme del trono de la gloria de nuestro 7º cielo.

Alzo mis alas bajo el susurro helado del viento, a tu corazón deseando,

que los próximos 365 días de continuo ensueño sigan invocando

la realidad de nostros rezos ensoñados, hiedrados y absolutamente confirmados,

y el eco de mi umbral brinda guturalmente

desde lo infinito que te amo:

¡MySoul, Feliz Navidad!