
Amaneció resurgiendo sin desliz el alba
Invadiendome su luz como una dia mas de esperanza
Lleno de resurgido elixir, fiebre de sabor a victoria,
Como ensoñaciones de reyes siempre alcanzaban la gloria.
Las emanaciones del absoluto sabor
Son umbilicales sobre la niebla oscura
Soplos imparables, murmullos de incienso eterno
Majestuosa elevación del umbilical y sublime deseo.
Nadie jamas osará profanar el altar de mi cripta
Donde diviso tus ojos mientras los mios te miran
Bajo la iridiscente mirada afrontas la calidez de mi fuego
De la llama incadescente nunca trazaras penumbra de un Perseo.
Alzo mis alas dejandome llevar del aire de privilegio
Raseando como tu sangre acaricia mi rostro
Recorriendome surcos tatuados de dulce y arañazos cristalinos
Esencia roja, sublime y colosal alimentas mi sentir renacido.
El implacable sabor absoluto en estado puro
Estigmas de sentir con la clarividencia plena
Recompensa umbilical que marca nuestros sentidos
Se estremecen hiedrados ante oportunidad del destino.
En cada noche como gárgola me sumergo entre tu voz
Envolviéndome el vaho de la atmósfera de la sinrazón
Puro aire del eco de una locura abrasando mi eclipsado sol
Resplandeciente es el brillo que me tatúa tu inmaculada emoción.
En mi existencia, entre barros y lluvias, luché por creer
La confirmación eterna de mi ansiada elevación
Infinitas veces en lo alto de mi torre te suspiró mi ser
Para darle a tu alma la llave de mi ensangrentado corazón.