
Me sumerjo en el libro sagrado de mis recapitulados momentos
bendita la esencia que como vaho impregna mis sueños
donde te velo tan profundamente respirando de nostro cielo
atmósfera que reconquista mis pulmones bien adentro.
La medianoche reconquista el mundo teñido de negro,
la luna se indigna como mi figura eclipsa presencialmente etéreo
reconociendo mi destino entre susurros de mi credo,
dominando sus adentros bajo el sentir de sus celos.
Mis sueños te pertenecen como mi sentir eterno,
como me levito bajo la sensación de un yacer extremo,
el vaho empapa cada surco de mi elevado cuerpo
momentos benditos hiedrado a tu umbilical deseo.
Tras tu ventana, diviso el juego de sombras de nuestros reflejos
tu respiración entrecortada saborea el paladar de mis besos,
erizan tus cabonizados cabellos recorriendo tu espina dorsal
al reconquistarte de nuevo, la unidad dos en uno tan corporal,
cobijándote entre mis alas el sublime árido sentir
navegando en la marisma de tus adentros
elevándonos a un delicioso elixir.
Tatuadas caricias moldean cada surco de tu ser,
tus labios saben a mi sangre sintiéndome perecer
de tanta pura esencia, que juré volver
todas las noches antes de que te invada la luz del amanecer,
y deseo que, de nuevo, me sucumbe el sueño mortuorio
porque me muero de ganas..de volverte a ver.